jueves, 25 de septiembre de 2008

MARIELA DEL NILO
"Conocí a Mariela del Nilo un noviembre de 1985, me atendió en su vieja oficina de la biblioteca municipal de Palmira, la cual hoy en día lleva su nombre. Luego me invitó a tomar café en el patio de su casa al pie de un frondoso naranjo que nos daba sombra, pienso que su obra es una de las más importantes de la lírica colombiana de todos los tiempos" SALOMÓN BORRASCA


RESEÑA BIOGRÁFICA

Mariela del Nilo, cuyo nombre es Alicia Emma Arce de Saavedra, nació en Buga, Valle el 25 de Febrero de 1917, donde vivió hasta que terminó los estudios de educación secundaria. Recién casada se trasladó a Palmira, ciudad donde nacieron sus cuatro hijos. Fue docente en distintos colegios de la ciudad y cuando se separó del magisterio dirigió la Biblioteca Pública Municipal durante veinte años. Durante este tiempo realizó certámenes culturales de carácter nacional.

Fue condecorada periodista con la Cruz al Mérito “Ricardo Nieto” y en 1996 es recibida en la Academia Colombiana de la Lengua. Actualmente reside en Cali.

La poetisa uruguaya Dora Isella Rusell dice sobre la poesía de Manda: «El desánimo, la angustia, la amargura, suelen ser patrimonio de los espíritus finos, más capacitados para lastimarse al mínimo roce. Cunde una neblina entristecedora que opaca su luminoso cielo —ese cielo colombiano tan propio a la poesía—, neblina que la luz atraviesa, sin embargo, porque no llega nunca al tono amargo y desabrido de los que tienen resentimientos vitales; neblina impalpable, tejida de recuerdos...».

Igualmente Oscar Echeverri, en el prólogo de Secreta Soledad, afirma: “(…) ella nació con el don del canto, al igual que el ruiseñor, a quien nadie le enseña el trino pues lo trae consigo al nacer. La poesía se lleva en la sangre y aflora en la yema de los dedos al momento de escribir, sin partitura ni cartabón: se es o no se es poeta, y Mariela recibió la poesía al nacer. Desde entonces ha vertido su alma en poemas, publicados en sus tres libros anteriores y en periódicos y revistas del país y del exterior”. (…) Mariela ha ido puliendo su obra por sí misma, hasta lograr una nombradía que sólo debe a sus propios méritos, a su amor al arte y a la entrega total a la poesía. Su roce y amistad con eminentes figuras literarias del país han producido –gracias a su fina sensibilidad- un estilo propio que la destaca en la actual poesía colombiana”